Origen de la Agresividad
Según Mardomingo (2003), las estructuras cerebrales
implicadas en la agresividad proceden del cerebro más primitivo, el de los
reptiles, y conocerlas ha sido una tarea de la medicina del siglo XIX. Si se
logra saber qué zona del cerebro interviene en la agresividad y como lo hacen,
no solo se sabrá más de este fenómeno, y por tanto de una dimensión esencial de
la naturaleza humana, sino que, tal vez, puedan descubrirse formas de
prevención y tratamientos más eficaces.
En una investigación
donde se experimento con ratas, se puso en evidencia que las lesiones en el
hipotálamo se traducen en una reducción en las conductas agresivas y sexuales
en la rata macho, mientras que la estimulación eléctrica de diferentes núcleos
hipotalámicos da lugar a la aparición o desaparición, según la zona, de
comportamientos agresivos, (Rodríguez 1972).
Con base a estos estudios, hoy en día los psicólogos
consideran que si a los seres humanos se les estimula la amígdala puede causar
ira. Su extirpación quirúrgica puede convertir a un psicótico enfurecido en un
individuo dócil. Su estimulación no siempre provoca ira, también puede causar
miedo y placer.
Así como también expresa, Sousa (2002), la amígdala (palabra griega significa
almendra), está anexa al extremo del hipocampo. Esta estructura forma parte del
sistema límbico y cumple una función importante en las emociones, en especial
el temor. La estimulación eléctrica de la amígdala puede causar ira. Su
extirpación quirúrgica puede convertir a un psicótico enfurecido en un
individuo dócil. Su estimulación no siempre provoca ira, también puede causar
miedo y placer.
Precaución: Según Páimes (2001), la función de la amígdala es un área de
alerta de conducta que evalúa el estado actual del individuo con relación a lo
que le rodea y sus proyectos (atención motivacional), de esta forma acota que
una lesión bilateral en la amígdala produce síndrome de Kliber-Bucy,
caracterizado por diversas alteraciones: disminución de conducta emocional
(perdida del miedo, disminuye la agresividad y conducta social).
Por otra parte, el hipotálamo, según Sanders (2004), se localiza en la base
del procenséfalo, por debajo del tálamo y juntos forman las paredes laterales
del tercer ventrículo. El hipotálamo recibe mucha información sobre el estado
homeostático del organismo, que llega por dos vías: circulatoria (temperatura,
glucemia, niveles hormonales), neuronal (función autónoma emocional).
Precaución: Según Páimes (2001), el hipotálamo tiene una considerable
participación de la conducta emocional. Al ser estimulado el territorio lateral
aumenta el hambre, la sed, y la actividad termina expresándose como furia y
agresividad. La estimulación del
territorio medial y área preventicular da como respuesta la huida y el miedo,
de igual manera este autor indica que las lesiones causadas en esta área
provocan amnesia y pasividad extrema.
Agresividad
La palabra agresividad proviene del latín, siendo sinónimo de acometidad e implica provocación y ataque como objetivo, y en sentido vulgar, hace referencia a quien es propenso a faltar al respeto, a ofender a los demás. En el marco jurídico se puede entender como un acto contrario al derecho de otro.
Según el Dr. Delgado, en las conductas agresivas se subrayan las emociones, en su aspecto o tendencias negativas, ya que se habla de aquellas que surgen como reacciones ante situaciones que interfieren con los objetivos y que se transfieren en conductas violentas y perjudiciales. En otras palabras se puede definir, la agresividad como una manifestación conductual de dos emociones, la rabia y el miedo, expresadas mediante sonidos y movimientos dirigidos o encaminados hacia alguien o algo con consecuencias lesivas.
Según Iñesta, existen tres tipos de agresión según la conducta que el individuo posee: la primera, se llama Agresión respondiente, la cual es producida directamente como respuesta a un estimulo previo que es generalmente aversivo: la aplicación de un castigo, la privación del reforzamiento, entre otros.
Los otros dos tipos de agresión se llaman Agresión operante tipo I y Agresión operante tipo II.
Según el autor antes mencionado indica que por consecuencias naturales la Agresión operante tipo I es infligir daño, producir ciertas reacciones en el otro sujeto. Apoderándose de lo ajeno y obtener atención social, entre otros.
Según el autor antes mencionado indica que por consecuencias naturales la Agresión operante tipo I es infligir daño, producir ciertas reacciones en el otro sujeto. Apoderándose de lo ajeno y obtener atención social, entre otros.
La agresión operante tipo II, aunque también controlada por este tipo de consecuencia, se caracteriza porque es altamente descriptiva y su emisión altamente probable ante cierta clase de estímulos previos asociados, únicamente a las consecuencias naturales. Estos estímulos consisten, por lo general, en alguna clase de expresión facial, gestos corporales, entre otros.
Por otra parte
explica este autor que durante los últimos 15 años, ha aparecido un conjunto de
técnicas de modificación de conducta que ha recibido la denominación genérica de
análisis conductual aplicado. Dichas técnicas, se basan en los principios
experimentales que rigen la conducta, y has sido observada y probadas en
condiciones rigurosas de control en el laboratorio. Las técnicas básicas se
derivan del condicionamiento operante (un método altamente diferenciado) de
gran efectividad tanto en animales como en seres humanos.
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| Burrhus F Skinner |
El defensor más
influyente de esta teoría fue Skinner (1907-1990), Skinner reconoció junto a
Watson que la psicología debe centrarse en el estudio científico de la
conducta, y opino como Pavlov que el condicionamiento clásico explica algunas conductas.
El condicionamiento operante también llamado (condicionamiento instrumental) tiene importancia fundamental,
particularmente en el aprendizaje completo.
Por
lo tanto en el condicionamiento operante, en animales lleva a cabo una conducta
particular y experimentan una consecuencia. Si la consecuencia es útil o
placentera se le denomina recompensa, si la consecuencia no es placentera se le
denomina castigo. Sin embargo, los conductistas dudan en utilizar estas
palabras debido a que las personas con frecuencia piensan en un castigo y que
en realidad pueden ser una recompensa y viceversa. Ejemplo: algunos padres
castigan a sus hijos retirándoles el postre, dándoles una palmada, no
dejándolos jugar, hablándoles con rigor. Pero es posible que a un niño en
particular no le guste el postre, de nodo que privarlo de ello no significa un
castigo. En este caso en realidad no se ha impartido un castigo, sino una
recompensa.
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| Ribes Iñesta |
Según Iñesta (1990),
este método experimental descansa en una serie de premisas experimentales
respecto a la forma de estudiar y controlar la conducta. Dicho esto se revisan
los conceptos fundamentales del análisis conductual aplicado, su relación con
la etiología, el diagnostico y el tratamiento conductual.
a) Análisis conductual
El análisis conductual aplicado se desarrolla a partir de la observación de tres cambios fundamentales: un cambio en el medio, en forma de objeto o acontecimiento, que influyen en el organismo, al cual se le denomina estimulo; un cambio en el organismo que se traduce en alguna forma de comportamiento observable, al que se le denomina respuesta o conducta; y, un nuevo cambio en el medio, en forma de objeto o acontecimiento, efecto de dicha conducta, al que se le llama consecuencia. A esta triple relación entre un estimulo previo, una conducta, y un estimulo secuencial de dicha conducta, se llama la triple relación de contingencia, piedra angular del análisis experimental y aplicado de la conducta.
El análisis conductual aplicado se desarrolla a partir de la observación de tres cambios fundamentales: un cambio en el medio, en forma de objeto o acontecimiento, que influyen en el organismo, al cual se le denomina estimulo; un cambio en el organismo que se traduce en alguna forma de comportamiento observable, al que se le denomina respuesta o conducta; y, un nuevo cambio en el medio, en forma de objeto o acontecimiento, efecto de dicha conducta, al que se le llama consecuencia. A esta triple relación entre un estimulo previo, una conducta, y un estimulo secuencial de dicha conducta, se llama la triple relación de contingencia, piedra angular del análisis experimental y aplicado de la conducta.
El análisis
conductual aplicado es objetivo y funcional, siempre hace referencia, en primer
lugar, a descripciones y acontecimientos mensurables y cuantificables. Evita
mencionar procesos inferiores, que poco agregan al observado en el fenómeno y,
por lo contrario desvían el análisis del punto central de interés. La
objetividad del análisis exige siempre la más clara especificación física
posible de los estímulos del medio y de las conductas del organismo. No puede
avanzarse en el análisis de un problema determinado sin esas premisas básicas.
La segunda característica es que el análisis es funcional; es decir que procura
relacionarse una conducta con varios estímulos o viceversa, y formula
relaciones en forma de una función. La conducta resulta ser una función de los
estímulos previos y de las consecuencias ambientales.
b) Análisis
funcional del retardo en el desarrollo
A diferencia del uso
mas tradicional no se habla de retardo mental o se diferencia mental sino de
retardo en el desarrollo. Según Iñesta (1990), se exponen los motivos que
generan estos cambios.
a) Los
determinantes biológicos del pasado (factores genéticos, prenatales y
perinatales).
b) Los
determinantes biológicos actuales (estado nutricional, fatiga, drogas, entre
otros).
c) La
historia previa de interacción con el medio (la que se denomina en lo sucesivo
historia previa de reforzamiento)
d) Las
condiciones ambientales momentáneas o acontecimientos discriminativos,
reforzarte y disposicionales.
i) Determinantes
biológicos del pasado:
En este tipo de
determinantes figuran factores hereditarios (la pigmentación, estatura,
cromosomas, entre otros) factores prenatales (drogas que haya ingerido la
madre, temperaturas del medio materno, factores nutricionales, entre otros, y
los factores perinatales (condiciones del parto). La importancia de estos
factores deriva en que pueden conducir cambios en el organismo y muchas veces
irreversible, especialmente en el sistema nervioso central, en los órganos
motores o en los sensoriales. La lesión o daños permanentes de dichos órganos afectan,
naturalmente, la posibilidad anterior de desarrollar conductas que dependan en
algún grado de su funcionamiento normal.
ii) Determinantes
biológicos actuales:
Estos abarcan una gamma muy
variada de factores, que van desde los estados de nutrición, la falta de sueño,
y las enfermedades transitorias hasta la ingestión de drogas. Para el análisis
en esta conducta es preciso establecer estos determinantes biológicos actuales,
pues tiene funciones disposicionales; es decir, afectan de manera diversa la
acción de los estímulos discriminativos y reforzadores comunes.
iii) Historia
previa de reforzamiento: Se entiende por esto, al
conjunto de interacciones mantenidas en el pasado entre el organismo y el
medio. El análisis de la historia previa de reforzamiento se efectúa en
términos de las conductas que han sido mantenidas sistemáticamente por el
medio, así mismo como del tipo de estimulación a que se ha visto expuesto el
sujeto. En términos muy gruesos, el estudio de la historia de reforzamiento de
un sujeto puede indicar: a) la carencia de ciertas formas de estimulación reforzarte
en el pasado, b) el reforzamiento de conducta indeseable, c) la utilización excesiva
de estimulación aversiba. Estos tres factores contribuyen en distinto grado al
retardo en el desarrollo.
iv) Condiciones
ambientales momentáneas: Estas condiciones son las
de la triple relación de contingencia antes mencionada, que están presentes en
el momento en que se realiza la observación del desarrollo conductual. Abarcan
multitud de estímulos discriminativos y de estímulos reforzadores que guardan
relaciones intrincadas con diversas conductas. Tienen fundamental importancia
establecer cuales con estos elementos, dado que la manipulación conductual que
se efectúa dependerá directamente de ellos, y esto quizás, constituye el factor
más destacado desde el punto de vista de una tecnología conductual.
c) Tratamiento
Conductual
El
tratamiento conductual presume la manipulación de una serie de procedimientos
que tiendan a diseñar el ambiente general e individual del sujeto, de modo tal
que facilite y promueva la adquisición de las conductas que sean necesarias
para remediar, cuando menos parcialmente, dicha conducta. El tratamiento conductual
abarca tres aspectos fundamentales: 1) La creación de nuevas conductas, 2) el
aumento de frecuencia en conductas ya existentes, 3) la supresión de conductas
objetables.
La
manipulación básica opera a través de los estímulos discriminativos y reforzadores,
así como de otros estímulos con propiedades aversivas. En el caso de creación y
mantenimiento de conductas, se echa a mano los estímulos reforzadores, aunque
no en forma excesiva, algo semejante ocurre en la supresión de conductas, en
que se puede operar tanto en estímulos reforzantes como con estímulos
aversivos. Sin embargo, el punto fundamental del tratamiento es otorgar cierto
grado de probabilidad a conductas ya especificadas. Se establecen objetivos
conductuales futuros, que pueden medirse a través de la frecuencia temporal con
que aparecen las conductas, y los datos obtenidos pueden compararse con las
observaciones iniciales.
El
tratamiento conductual comprende dos etapas bien definidas: la primera el
tratamiento individual bajo condiciones controladas; la segunda es la
intervención sobre el ambiente del sujeto. Dirigido a obtener condiciones
optimas para el mantenimiento de las conductas ya adquiridas bajo el
tratamiento individual.
En
la primera etapa, el tratamiento se individualiza en términos de las
especificaciones individuales particulares del sujeto en cuestión. Se diseña un
ambiente especial (protético), que facilite todo tipo de manipulaciones y
procedimientos tendientes a incrementar su repertorio de conductas. Este
ambiente protético además del uso de reforzadores y estímulos bajo control
directo de quien administra el tratamiento, incluye la programación completa,
cuando esto es posible, de todas aquellas conductas necesarias para el proceso
de rehabilitación.
Seguidamente
se procede paso a paso tanto en el desarrollo de nuevas conductas como el
aumento de la responsabilidad a los reforzadores naturales, el tratamiento
individual concluye cuando la propia conducta del sujeto muestra que los
criterios prefijados se han alcanzado, o bien, si las técnicas que se disponen
han logrado todo el desarrollo posible de sus potencialidades conductuales.
Agresividad Infantil
Ciertas manifestaciones de agresividad son inadmisibles en alguna etapa de la vida, es normal por ejemplo: que un niño llore o patalee. Sin embargo estas conductas no se consideran adecuadas en etapas evolutivas posteriores. En cambio independientemente del tipo de conducta agresiva que manifiesta el niño, el denominador común es un estimulo que resulta nocivo adverso, y frente al cual la víctima se quejara o defenderá.
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| Albert Bandura |
Según Bandura, las personas no nacen con repertorios prefabricados de conductas agresivas; deben aprenderlas de una u otra manera. Algunas formas elementales de agresión pueden perfeccionarse de un mínimo de enseñanza, por las actividades de índoles más agresivas. Las personas pueden adquirir estilos agresivos de conductas ya sean por observación de modelos agresivos o por la experiencia directa.
La agresividad infantil y violencia son actitudes características de la sociedad actual, que se presentan de modo cotidiano, su explicación llega de la existencia y conjugación de factores diversos de tipo social, económica, educacional entre otros; sin olvidar la notable influencia de los medios de comunicación. No se puede considerar la agresividad como una característica afín, a un tipo determinado de personas, aunque en el aspecto social se tiende a reconocerla como un rasgo común de ciertas personas o grupos: delincuentes, drogadictos, alcohólicos, enfermos mentales . La agresividad es pues, una respuesta humana muy común, experimentada con frecuencia en las personas de todas las edades, niveles culturales y ocupaciones. Difícilmente se puede decir que no exista una persona que no se haya sentido agresiva jamás.
Factores que influyen en la agresividad

Influencia de la TV: Los medios de comunicación, especialmente la televisión, fomentan la imitación de conductas violentas. Por esta razón los padres deben estar atentos al uso que el niño haga de las tecnologías como el computador, internet, los juegos de video y por supuesto el televisor.

Influencia Familiar: Un factor familiar de gran importancia es la incongruencia en el comportamiento de los padres. Esta se manifiesta cuando la violencia se corrige castigando al niño con una agresión física o con una actitud amenazadora, así mismo se evidencia cuando una misma conducta a veces es castigada y otras veces no, o bien, cuando el padre regaña al niño pero la madre no lo hace. de igual importancia otro elemento que provoca tensiones dentro de la familia y que pueden inducir al niño en comportarse de forma agresiva, es la deteriorada relación de los padres.

Influencia Sociocultural: dentro de los factores socioculturales encontramos tanto el sector donde se vive como expresiones que inciten a este tipo de comportamientos violentos. Por ejemplo, “no seas un cobarde” también intervienen los factores orgánicos, como problemas hormonales, los niveles de sangre en la testosterona, mecánicos cerebrales, estado de mala nutrición u otras enfermedades especificas. Así mismo el déficit de estrategias verbales para afrontar el estrés, conduce a menudo a la agresión.
Causas de la Agresividad Infantil
1) No compartir tiempo con los padres.
2) Inseguridad afectiva.
3) Celos por algún otro hermano.
4) El no reconocer sus conductas apropiadas y valiosas.
5) No demostrarle afecto.
6) La imitación de otro modelo (pariente o amigo).
Recomendaciones
Demostrar igualdad en los hijos que posee ya que el celo entre ellos causa apatía y rechazo entre los mismos.
Demostrar afecto cuando observes buenas conductas por parte de tus hijos y hacerles reconocer lo valioso que son dentro del circulo familiar
Separar a los niños, niñas y jóvenes cuando se observen conductas inapropiadas causadas por otro miembro dentro de su circulo social.
Video Orientados a los Padres y Representante













